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El museo cuenta con uno de los últimos Tigres originales del mundo, y el único completo y auténtico incluyendo su precioso bloque motor. Puedes admirarlo en el museo en la exposición temporal. “El tigre del corazón abierto”

Producido en las últimas horas de la guerra por Alemania, este jovencísimo Tigre mostró sus garras durante la famosa Batalla de Normandía. Mientras huía del cerco del Falaise Pocket, chocó con otro Tigre a toda velocidad. Detenido por el shock, parte de la tripulación fue hecha prisionera y el Tiger 114 fue abandonado al costado de la carretera. Luego fue recuperado por los combatientes de la resistencia francesa y participó en la liberación de Francia e incluso en la ocupación de Alemania, en una especie de "regreso al remitente" histórico.

Después de haber servido más tiempo bajo los colores franceses que bajo los alemanes, bajo el nombre de Bretaña y luego de Colmar, es el último Tigre en entrar en servicio activo. Pero su carrera no acabó con la disolución de su unidad. Continúa su vida como “tanque de laboratorio”, donde se estudia y prueba cuidadosamente para permitir a los ingenieros franceses recuperar el retraso tecnológico acumulado durante los cuatro largos años de ocupación. 
Repatriado a Francia después de estas pruebas, nuestro Tiger se quedó dormido en Satory, cerca de París, donde fue almacenado al aire libre y luego en un hangar. Descubierto por el fundador del Museo de los Blindados, Michel Aubry, fue obviamente uno de los primeros tanques protegidos con todo el respeto debido a un valiente luchador de la Nación.

Hoy el museo quiere volver a ponerlo en funcionamiento, como muchos vehículos de su colección. Un proyecto histórico, científico y conmemorativo que requiere 150 euros. Se lanzó una campaña participativa de recaudación de fondos con grandes contribuciones de donantes generosos.

Tú también haz que el Tigre yo ruja de placer: ¡Da!